La semana pasada conocimos los datos a la baja sobre la inflación de junio de 2023. Más específicamente, los índices de precios al consumidor y al productor quedaron muy por debajo de las expectativas y «sugieren» que la Fed está en camino de ganar su dura batalla para reducir la inflación al 2%. Pero… ¿Ha llegado el fin de la Inflación?
En este contexto tanto las acciones como los bonos celebraron la noticia como una probabilidad de un aterrizaje suave y la economía aumentó. Nuestra opinión no es tan optimista sobre las acciones, ya que la caída más pronunciada de la inflación respalda nuestra opinión de un crecimiento de las ganancias mucho más débil de lo esperado.
¿Ha llegado el fin de la inflación?
Como hemos dicho, el mercado de Acciones se ha visto animado con noticias positivas sobre la inflación, pero: ¿Estamos ante una inflación controlada? Vamos a mirar más allá.
Recordemos que la inflación es una medida YoY, es decir, interanual. Esto significa que su medida se hace sobre el dato de IPC ofrecido el año anterior. Ni los datos extremos de mediados de 2022 fueron tan malos (puesto que la medida se hacía sobre periodos con una inflación muy baja o negativa), ni los de ahora son buenos (ya que se miden sobre datos inflacionistas previamente altos).
En la siguiente imagen vemos las previsiones inflacionistas en función de la inflación intermensual, el cual podría ser de mayor utilidad a la hora de medir la posible volatilidad en los niveles de inflación.
Es por esto que los bancos centrales siguen con un discurso restrictivo y, al menos por ahora, no parece que vaya a haber relajación en la política monetaria. Así que vamos a ver hacia donde podríamos ir.
Deflación, Inflación, Recesión, Corrección… ¿Qué está por venir?
Creemos que en este momento el mayor reto de los Bancos Centrales no reside en bajar la inflación. Nadie duda de que sus herramientas, por ahora están funcionando. Su dificultad reside en la estabilización y control de la misma.
Estamos hartos de ver a gestores, economistas, diarios… hablando de una recesión que no termina de llegar. Los ahorros de las familias, el aumento de los salarios y un mercado laboral fuerte han sido el catalizador que han sostenido la economía.
Sin embargo los tipos altos tienen un efecto retardado y… ¿Hacia donde vamos? Creemos que los indicadores que debemos de seguir con especial atención son los PMI (que empiezan a dar señales de deterioro), el mercado hipotecario (que ha sufrido una fuerte corrección) y sobre todo, los salarios y niveles de empleo; por encima del PIB o la propia Inflación.
Cuando estos indicadores se deterioren será el momento en el que los bancos centrales decidan empezar a bajar tipos, pero ya sabemos que pasa cuando esto ocurre…
Aquí vemos una relación directa entre los Tipos de Interés del BCE y el índice Euro STOXX 600.
¿Corrección en Bolsa?
Hace tres años, en el punto más bajo de la recesión pandémica, éramos una voz solitaria sobre la idea de que la inflación aumentaría debido al apoyo fiscal y monetario excesivo. Además, sugerimos que conduciría a un aumento en el crecimiento de las ganancias a medida que las empresas descubrieran la capacidad de aumentar los precios a voluntad mientras el gobierno subsidiaba los costes laborales.
A medida que avanzamos hacia 2021, este exceso de ingresos se amplía a medida que los consumidores gastan sus ahorros, desde artículos deportivos hasta viajes y actividades de ocio. Para el verano pasado, este auge en el gasto fue tan fuerte que la Fed y el BCE se vieron obligadas a subir las tasas de interés a un ritmo que no se había visto en 40 años. Con un retraso en la política monetaria de cerca de 12 meses, no debería sorprender que ahora estemos viendo vientos en contra en el crecimiento y la inflación.
Con la bolsa en máximos, tipos altos y con visos de aumentar, una demanda que empieza a flaquear y sin ahorros, podríamos ver una corrección moderada en el mercado.
Motivos por lo que creemos en la caída bursátil
Vamos a resumir porqué creemos que habrá corrección en el Mercado:
- Unos tipos altos conlleva a que los activos de renta fija sean más atractivos y el flujo de dinero desde la Renta Variable vaya a los de Renta Fija.
- Los ahorros de las familias han empezado a decrecer, en muchos casos entrando en el terreno negativo (con unos tipos altos estas deudas tienen un efecto aumentado).
- La demanda empieza a hacer aguas lo que conllevará a un estado deflacionario a corto plazo en ese lado. Esto puede, en el corto plazo, reducir los beneficios empresariales.
- Los indicadores macroeconómicos adelantados empiezan a dar fuertes señales de desgaste (PMI manufacturero y de servicios, inmobiliaria, venta de coches…).
En el lado positivo, los Bancos Centrales han actuado con contundencia y sus políticas restrictivas podrían relajarse para volver a dar alas a la economía y a los mercados. Aquí vemos que el consenso de los analistas prevén que los tipos comiencen a bajar en Marzo de 2024:
¿Dónde invertir ante una Caída en Bolsa?
Ante estas situaciones y si atendemos a los principios de la Cartera Permanente, lo mejor es posicionarnos en renta fija de corta duración.
Otra opción en busca de una mayor rentabilidad cuando los tipos de interés caigan y nuestros bonos sean de mayor rentabilidad que los emitidos con posterioridad, sería comprar fondos o ETFs de Renta Fija de Media/Larga duración y alta calidad crediticia.
En el lado de la Renta Variable buscaría sectores defensivos, centrado en una buena rentabilidad por dividendo sin olvidarnos de unos fundamentales solidos. Buenas opciones serían ETFs con factor dividendos o de baja Volatilidad.